Suelo

El área definida como zona de cultivo de las Papas Antiguas en la isla de Tenerife, se sitúa a una altura preferentemente superior a los 400 m.s.n.m., correspondiéndose con la zona conocida como “medianías”. Estas áreas conforman una unidad de paisaje de singular importancia para las Islas. Se trata de un territorio que ha sido objeto de una lenta y esforzada transformación por parte del hombre, que ha tenido que salvar a lo largo de los siglos los escollos que suponen para el desarrollo de la agricultura las elevadas pendientes y la ausencia de suelos de cultivo.

Los tipos de suelo en los cuales se producen estos tubérculos coinciden principalmente con los alfisoles y los andisoles, lo que se denomina de forma popular como “tierras de barro” y “tierras negras o en polvo” respectivamente. Las distintas condiciones de textura y estructura han condicionado tanto el laboreo, como la capacidad de estos suelos para producir distintos cultivares locales de Papa Antigua, o incluso en la especial cualidad de los andisoles para la producción de “semilla”.


Clima

La zona de cultivo de las Papas Antiguas se corresponde bien con los territorios climáticos de la Oleo-Rhamnatea crenulatae (bosques termoesclerófilos de bioclima termocanario y ombroclima semiárido seco) que describe un anillo entre los 200 y los 600 metros de altura sobre el nivel del mar, y la Pruno-Lauretea azoricae (bosques de laurisilva, con bioclima termocanario de ombroclima subhúmedo húmedo), que se sitúa por encima y hasta los 1.200 metros.

Las papas representan el principal cultivo de las medianías húmedas de las Islas, tradicionalmente ha sido un cultivo de secano, ligado por lo tanto a las contingencias meteorológicas.




Fuente:

•  Propuesta de Reglamento de la denominación de origen “Papas antiguas de Tenerife”, Tomo I, (Ríos et. al 1999).
•  Web Papas Antiguas de Canarias.
•  Foto de Orlando (OLAH Photo Banco de Imagen).